Boletín de Prensa N° 016

Galápagos, 15 de abril de 2025

En la parte alta de Floreana, guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) registraron 328 nidos activos del petrel de Galápagos (Pterodroma phaeopygia), durante cuatro días de seguimiento en Cerro Pajas, único sitio de anidación de esta especie en la isla.

De los nidos georreferenciados, 79 tenían un ave adulta, cuatro mostraban parejas reproductoras, 78 albergaban pichones y 167 no presentaban ocupación. Esta información es clave para evaluar el estado de la población y ajustar las estrategias de conservación.

El petrel, conocido localmente como “patapegada”, es un ave marina endémica que solo anida en las partes altas y húmedas de San Cristóbal, Santa Cruz, Isabela, Santiago y Floreana. Excava túneles en suelos blandos para reproducirse y enfrenta una grave amenaza por la presencia de especies introducidas como ratas y gatos salvajes.

Durante la época reproductiva, que suele comenzar en febrero, estas aves adoptan hábitos nocturnos, regresan al mismo nido cada año y ponen un solo huevo, que incuban durante cerca de 50 días. Luego, cuidan al pichón por unos 150 días hasta que esté listo para volar al mar.

“La conservación del petrel no se trata solo de proteger una especie; es defender un símbolo de la naturaleza única de Galápagos. Cada nido que identificamos y cada pichón que vuela libre representa una victoria frente a las amenazas que enfrentan estas islas”, señaló Eddie Rosero, guardaparque a cargo de la actividad en Floreana.

Este esfuerzo forma parte del programa permanente de conservación de aves marinas, que incluye controles de especies invasoras y vigilancia activa en los sitios de anidación. El petrel de Galápagos está catalogado “En Peligro Crítico” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y su protección es una prioridad para garantizar su supervivencia a largo plazo.

Con este trabajo, el Estado ecuatoriano reafirma su compromiso con la protección del patrimonio natural de la humanidad, a través de una gestión técnica, permanente y articulada que defiende la biodiversidad única de Galápagos y proyecta al país como líder regional en conservación.