El control de especies ayuda a proteger al pájaro brujo de Santa Cruz
Con ayuda de machetes y cebos para roedores, guardaparques controlan la presencia de especies invasoras como sauco, mora y ratas en seis parcelas de una hectárea, cada una, donde la Dirección del Parque Nacional Galápagos y la Fundación Charles Darwin intentan restaurar el hábitat del pájaro brujo de Santa Cruz.
Manualmente cortan las plantas y con barretas arrancan de raíz las nuevas plántulas, en las zonas ubicadas cerca de la mina de granillo rojo, en la zona húmeda de la isla. Debido a la abundancia de plantas invasoras, esta medida es continua y permite a las aves buscar su alimento en el suelo.
En estas parcelas y sus alrededores, los guardaparques colocan estaciones de cebo rodenticida para controlar la presencia de roedores, que representan riesgo para el pájaro brujo, cuya población estimada la forman 40 parejas reproductoras.