Boletín de Prensa N° 020

Galápagos, 30 de mayo de 2025

El petrel de Galápagos anida bajo tierra y en silencio, pero su entorno se ve amenazado por especies introducidas que alteran su hábitat y dificultan su reproducción.

La Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), con la asesoría técnica de Galápagos Conservancy, lleva a cabo importantes esfuerzos de control de especies invasoras en áreas de anidación del petrel de Galápagos (Pterodroma phaeopygia), una especie endémica catalogada en “En Peligro Crítico”, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

En febrero de 2025, se ejecutaron dos expediciones a la isla Santiago. Durante estas salidas, el equipo inspeccionó 340 nidos y encontró actividad reciente en 297 de ellos, lo que confirma que la población continúa activa y en proceso de reproducción, aunque aún expuesta a diversos factores de riesgo.

Frente a estas amenazas, se implementaron medidas como: la instalación de 166 estaciones de control de roedores (Rattus rattus) y se intervinieron 950 focos de hormigas de fuego (Solenopsis geminata), cuyas colonias representan una amenaza directa para los polluelos. Asimismo, se controlaron 15 hectáreas de mora silvestre (Rubus niveus), una planta que compite con la vegetación nativa y altera los suelos donde anidan los petreles. Además, se utilizaron drones para realizar mapeo aéreo, lo que permitió identificar áreas prioritarias de intervención y focalizar las labores de restauración del hábitat.

Estalin Jiménez, guardaparque del Parque Nacional Galápagos, quien participó en el control de la mora en sectores críticos, expresó: “Cuando logramos despejar una ladera y al poco tiempo encontramos señales de actividad del petrel, sabes que está funcionando. Es gratificante porque no estamos solo eliminando plantas invasoras, estamos devolviendo espacio a una especie endémica que lo necesita para vivir.”

Simultáneamente, se desarrolló la primera etapa del Proyecto Petreles en la isla Isabela, con un enfoque especial en los sectores del volcán Sierra Negra, Cerro Grande y la caseta de control El Cura. Este esfuerzo combinó el levantamiento aéreo con drones y posteriores intervenciones terrestres para controlar especies invasoras como la guayaba y la cedrela, las cuales dificultan el acceso a las madrigueras del petrel.

Durante estas exploraciones se logró:

• Identificar 14 nidos en total, de los cuales 6 mostraron indicios de anidación activa.
• Limpiar la vegetación alrededor de los nidos, facilitando el ingreso y salida de los adultos reproductores.
• Involucrar activamente a miembros de la comunidad de Isabela, fortaleciendo el vínculo entre la conservación y el desarrollo local.

Uno de los mayores logros de estas expediciones fue la integración de tecnología, trabajo de campo intensivo y participación comunitaria. El uso de drones no solo optimizó los recursos, sino que también permitió identificar patrones de invasión, mejorar la planificación y asegurar eficiencia en la recuperación de hábitats prioritarios. En los próximos meses, se ampliará el monitoreo a otras colonias en Santa Cruz e Isabela, con el fin de evaluar el estado reproductivo de la especie y continuar aplicando estrategias efectivas de erradicación y control de especies invasoras.

El Gobierno Nacional, a través de la Dirección del Parque Nacional Galápagos, reafirma su compromiso con la conservación de especies endémicas como el petrel. Gracias al trabajo conjunto con aliados estratégicos como Galápagos Conservancy, se fortalece la restauración de ecosistemas críticos, asegurando un manejo técnico y responsable del patrimonio natural del Ecuador.

Fotos cortesía: Galápagos Conservancy