En los muelles de desembarque de productos marinos de Santa Cruz, Isabela y San Cristóbal, a diario, los guardaparques realizan el monitoreo de pesca blanca y demás especies comerciales permitidas por la Autoridad Ambiental, con el objetivo de obtener datos de las especies capturadas y comercializadas y que, de ser el caso, permita adoptar medidas de manejo para la sostenibilidad de la actividad pesquera en el archipiélago.

El monitoreo consiste en la toma de datos biológicos como talla, peso y número de individuos que se desembarcan por cada especie. También se levanta información con el pescador sobre la procedencia o sitios de captura. En el caso del langostino, cuya pesca está permitida hasta la apertura de la pesquería de langosta, los guardaparques revisan meticulosamente que los inviduos no estén ovados y que cumplan con las tallas permitidas de captura.