Hoy las últimas nueve tortugas gigantes que se incubaron artificialmente en el Centro de Crianza Fausto Llerena, fueron pesadas, medidas y marcadas para colocarse en los corrales de protección que las acogerán por los próximos dos años.

Estas tortugas, algunas de las especies Chelonoidis hoodensis de la isla Española y otras descendientes de Chelonoidis niger de la isla Floreana, pasaron 30 días encerradas en una caja oscura, que simula el nido en estado natural, durante este tiempo se absorbe completamente el saco vitelino que le aporta los nutrientes mientras están en este proceso.

Actualmente este centro de crianza alberga 90 tortugas adultas y 1266 entre neonatos, prejuveniles y juveniles a la espera de la edad y tamaño apropiado para su liberación en las islas de origen.