Un estudio que busca determinar la estructura poblacional de las iguanas amarillas (Conolophus subcristatus), localizó a un macho adulto marcado en 1979, el que podría alcanzar los 60 años de edad actualmente, ya que pudo haber sido marcado cuando tenía, por lo menos, 15. Este podría ser el individuo de esta especie más longevo en la vida silvestre, confirmado por la ciencia.

Los investigadores y guardaparques han recorrido Fernandina, Isabela, Santa Cruz y Santiago muestreando iguanas amarillas para estimar las edades con base a su historia de recaptura. El promedio de iguanas monitoreadas oscila entre los 15 y 18 años, por lo que este adulto longevo es sorprendente.

La iguana amarilla es una de las tres especies de iguanas terrestres que habitan en el archipiélago. El proyecto que ejecuta la Dirección del Parque Nacional Galápagos con el apoyo de Galápagos Conservancy y Galapagos Conservation Trust, continuará hasta finales de este año.